Presenta un color rojo cereza intenso con destellos violáceos y una lágrima densa y lenta.
En nariz, despliega aromas a frutos negros maduros como ciruela y mora, entrelazados con notas especiadas de regaliz y un toque balsámico.
En boca es potente y sabroso, con taninos pulidos que aportan una agradable estructura. Deja un final persistente y cálido.
16-18 ºC
Ideal para acompañar carnes rojas a la parrilla, asados y guisos contundentes. También marida bien con quesos curados.
Presentamos La Casona de la Vid Crianza 2020, una expresión auténtica y cautivadora de la prestigiosa Denominación de Origen Ribera del Duero. Este vino tinto, fruto de la maestría de Bodegas El Lagar de Isilla, se erige como un compañero ideal para aquellos momentos que merecen ser celebrados con un gran vino. Su carácter, forjado en la tradición y la dedicación, lo convierte en una elección que deleitará a los paladares más exigentes, invitando a la reflexión y al disfrute pausado.
Bodegas El Lagar de Isilla es un referente indiscutible en el panorama vinícola español, con una trayectoria marcada por el respeto a la tierra y la búsqueda incansable de la excelencia. Ubicada en el corazón de Ribera del Duero, esta bodega ha sabido conjugar la sabiduría ancestral con las técnicas más modernas para elaborar vinos que reflejan la identidad única de su terruño. Cada botella es un testimonio de su compromiso con la calidad, desde el cuidado del viñedo hasta el reposo en bodega.
La Denominación de Origen Ribera del Duero es sinónimo de vinos de carácter, dotados de una estructura y una longevidad notables. El Lagar de Isilla se enclava en este privilegiado entorno, beneficiándose de un clima continental extremo y de suelos que confieren a sus uvas una concentración y una complejidad excepcionales. La Casona de la Vid Crianza 2020 es un fiel reflejo de esta tierra, capturando su esencia en cada sorbo.
La personalidad de La Casona de la Vid Crianza 2020 se define por la cuidada selección de sus variedades de uva y un proceso de elaboración que busca realzar lo mejor de cada una. La predominancia del Tempranillo, uva emblemática de la región, aporta la estructura, los aromas frutales y la elegancia característica de los grandes tintos españoles. La sutil adición de Cabernet Sauvignon enriquece el perfil aromático y confiere una mayor complejidad y potencial de guarda.
El 96% de Tempranillo en la composición de este vino es el pilar sobre el que se asienta su carácter. Esta variedad, conocida en Ribera del Duero como Tinta del País, se cultiva en viñedos viejos, cuyas cepas, de bajo rendimiento, entregan uvas de una calidad sobresaliente. El 4% restante de Cabernet Sauvignon actúa como un complemento perfecto, aportando notas especiadas y una estructura tánica que contribuye a la armonía general del vino. La elaboración se enfoca en preservar la fruta y permitir que el tiempo en barrica potencie sus cualidades.
Este vino tinto Crianza está concebido para ser el protagonista de ocasiones especiales y comidas familiares. Su carácter intenso y armonioso lo convierte en un excelente acompañante para una amplia gama de platos, realzando la experiencia gastronómica y creando recuerdos imborrables. Es el tipo de vino que invita a la conversación y al disfrute compartido, un verdadero deleite para los sentidos.
La Casona de la Vid Crianza 2020 brilla especialmente en reuniones íntimas, cenas con amigos o celebraciones familiares. Su profundidad y complejidad lo hacen ideal para acompañar platos de carne roja, asados, caza o quesos curados. Es un vino que evoluciona en copa, invitando a ser degustado lentamente, permitiendo descubrir nuevas sensaciones a medida que se abre.
Para garantizar que La Casona de la Vid Crianza 2020 mantenga su calidad y ofrezca todo su potencial, es fundamental conservarlo en las condiciones adecuadas. Un almacenamiento correcto permitirá que sus aromas y sabores se desarrollen de manera óptima, preservando la frescura y la estructura que lo caracterizan.
Se recomienda almacenar las botellas en un lugar fresco, oscuro y con una humedad constante, idealmente entre 12°C y 16°C. Evitar la exposición directa a la luz solar y a cambios bruscos de temperatura es crucial para preservar la integridad del vino. Si bien es un vino disfrutable en su juventud, su estructura y complejidad también le confieren un buen potencial de guarda, permitiendo que siga evolucionando favorablemente durante algunos años.