Presenta un color rosado pálido y brillante, con una fina y persistente lágrima.
Intenso y aromático, despliega notas de manzana, pera, albaricoque, cítricos y delicados toques florales.
Posee un paso por boca estructurado y equilibrado, con una buena integración de sus aromas frutales y florales.
8-10 ºC
Ideal para aperitivos, ensaladas ligeras, pescados blancos y mariscos. También acompaña bien platos de pasta con salsas suaves.
En el vibrante panorama de los vinos espumosos italianos, el Follador Cuvée Rosé emerge como una propuesta cautivadora, ideal para aquellos que buscan una experiencia sensorial equilibrada y llena de matices. Este vino, nacido en el corazón del Véneto, combina la elegancia de la Glera con el perfume distintivo del Moscato rosa, dando como resultado un espumoso rosado que promete deleitar el paladar y acompañar momentos especiales.
Azienda Vinicola Follador, una bodega con profundas raíces en la región del Véneto, Italia, es la artífice de este exquisito espumoso. El Véneto es una tierra históricamente ligada a la producción de vinos de calidad, conocida por sus paisajes de viñedos y su dedicación a la viticultura. La denominación Veneto IGT (Indicazione Geografica Tipica) engloba una amplia zona de producción donde se fomenta la experimentación y la expresión del terruño. Es en este entorno privilegiado donde Follador cultiva sus uvas y elabora vinos que reflejan la autenticidad y la pasión por la tradición italiana, al tiempo que abrazan la innovación para ofrecer productos de alta gama como el Cuvée Rosé.
El Follador Cuvée Rosé es un testimonio de la maestría en el ensamblaje de variedades de uva para lograr un equilibrio excepcional. La base de este espumoso recae en un 84% de Glera, la uva emblemática del Prosecco, que aporta su frescura, sus notas frutales sutiles y su efervescencia característica. A esta noble variedad se le suma un 16% de Moscato rosa, una uva menos común pero de gran personalidad, que infunde al vino un perfume embriagador y toques aromáticos que lo distinguen.
La combinación de estas dos uvas, bajo la cuidadosa elaboración de Azienda Vinicola Follador, da como resultado un espumoso con una estructura sólida y un perfil aromático complejo. La presencia del Moscato rosa no solo aporta color, sino también una dimensión olfativa y gustativa única, que lo diferencia de otros rosados más convencionales. Este coupage es el resultado de una cuidadosa selección y un proceso de vinificación que busca preservar la pureza de las frutas y la delicadeza de las burbujas.
El Follador Cuvée Rosé se presenta como un compañero versátil para una amplia gama de ocasiones. Su carácter refrescante y sus notas frutales lo convierten en una excelente opción para celebraciones, brindis y reuniones informales. Su estructura permite ir más allá de los aperitivos ligeros; puede acompañar platos con cierta complejidad, aportando un contrapunto vibrante.
Este espumoso es especialmente adecuado para momentos que requieren un toque de distinción sin ser excesivamente formal. Su perfil aromático y su efervescencia lo hacen ideal para abrir una velada, para acompañar una tabla de quesos variados o para realzar la frescura de preparaciones a base de pescado y marisco. La delicadeza de sus aromas florales y frutales también lo convierten en un excelente aliado para platos de cocina asiática o preparaciones con toques exóticos.
Para asegurar que el Follador Cuvée Rosé conserve todas sus cualidades y ofrezca la mejor experiencia posible, una correcta conservación es fundamental. La clave reside en mantenerlo a una temperatura constante y evitar fluctuaciones extremas. Lo ideal es almacenar las botellas en un lugar fresco, con una temperatura que oscile entre los 10 y los 15 grados Celsius, preferiblemente en posición horizontal para mantener el corcho húmedo y evitar la entrada de aire.
Si bien este espumoso está diseñado para ser disfrutado en su juventud, cuando su frescura y vivacidad son máximas, una correcta conservación permitirá prolongar su disfrute por un tiempo prudencial. Es importante evitar la exposición directa a la luz solar y a fuentes de calor, ya que estos factores pueden acelerar su envejecimiento y degradar sus aromas y sabores.