El vino es una de las bebidas más antiguas y populares del mundo. Se elabora a partir de la fermentación del jugo de uva, y existen diferentes tipos según la variedad de uva, el proceso de elaboración, el tiempo de crianza, el origen geográfico y otros factores.
En este post, te vamos a explicar los principales tipos de vino que puedes encontrar en el mercado, sus características, sus maridajes y sus beneficios para la salud. Así podrás ampliar tus conocimientos sobre esta bebida milenaria y disfrutarla más.
Tipos de vino según el color
El color del vino depende principalmente del tipo de uva y del contacto con las pieles durante la fermentación. Según el color, podemos distinguir entre:
Vinos tintos:
Son los que se elaboran con uvas tintas o negras, y que tienen un contacto prolongado con las pieles durante la fermentación. Esto les aporta un color rojo intenso y unos taninos que les dan cuerpo y estructura. Los vinos tintos se pueden clasificar según su intensidad de color, su grado alcohólico, su acidez y su tiempo de crianza. Algunas variedades de uva tinta son: tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, syrah, pinot noir o malbec.
Vinos blancos:
Son los que se elaboran con uvas blancas o con uvas tintas sin contacto con las pieles. Esto les da un color amarillo claro o dorado y unos aromas frutales y florales. Los vinos blancos se pueden clasificar según su dulzor, su grado alcohólico, su acidez y su tiempo de crianza. Algunas variedades de uva blanca son: verdejo, albariño, chardonnay, sauvignon blanc, riesling o moscatel.Vinos rosados: son los que se elaboran con uvas tintas o con una mezcla de uvas tintas y blancas, pero que tienen un contacto breve con las pieles durante la fermentación. Esto les da un color rosado claro o anaranjado y unos aromas frutales y florales. Los vinos rosados se pueden clasificar según su dulzor, su grado alcohólico y su acidez. Algunas variedades de uva para hacer vino rosado son: garnacha, bobal, pinot noir o cabernet franc.
Vinos espumosos:
Son los que tienen burbujas debido a una segunda fermentación en botella o en depósito. Esto les da un aspecto brillante y unos aromas complejos. Los vinos espumosos se pueden clasificar según su dulzor, su grado alcohólico, su acidez y su método de elaboración. Algunos ejemplos de vinos espumosos son: cava, champagne, prosecco o lambrusco.
Tipos de vino según el dulzor
El dulzor del vino depende principalmente del azúcar residual que queda después de la fermentación. Según el dulzor, podemos distinguir entre:
Vinos secos:
Son los que tienen menos de 4 gramos de azúcar por litro. Son los más habituales y los más adecuados para acompañar comidas saladas o picantes. Algunos ejemplos de vinos secos son: rioja, ribera del duero, chablis o sauvignon blanc.
Vinos semisecos:
Son los que tienen entre 4 y 12 gramos de azúcar por litro. Son ligeramente dulces y los más versátiles para maridar con diferentes platos. Algunos ejemplos de vinos semisecos son: rueda, alsacia, cava brut o prosecco extra dry.
Vinos semidulces:
Son los que tienen entre 12 y 45 gramos de azúcar por litro. Son bastante dulces y los más adecuados para acompañar postres o quesos azules. Algunos ejemplos de vinos semidulces son: moscatel, gewürztraminer, cava semi-seco o lambrusco dolce.
Vinos dulces:
Son los que tienen más de 45 gramos de azúcar por litro. Son muy dulces y los más adecuados para tomar solos o con chocolates o frutos secos. Algunos ejemplos de vinos dulces son: oporto, jerez, sauternes o tokaji.
Tipos de vino según la crianza
La crianza del vino es el tiempo que pasa en barricas de madera o en botellas antes de salir al mercado. La crianza influye en el color, el aroma, el sabor y la complejidad del vino. Según la crianza, podemos distinguir entre:
Vinos jóvenes:
Son los que no tienen crianza o la tienen muy corta (menos de 6 meses). Son los más frescos, frutales y ligeros, y los más adecuados para consumir en el año de su cosecha. Algunos ejemplos de vinos jóvenes son: verdejo, albariño, beaujolais o pinot noir.
Vinos con crianza:
son los que tienen una crianza moderada (entre 6 y 24 meses). Son los más equilibrados, aromáticos y redondos, y los más adecuados para consumir entre 2 y 5 años después de su cosecha. Algunos ejemplos de vinos con crianza son: rioja crianza, ribera del duero roble, chardonnay barrica o merlot reserva.
Vinos con gran crianza:
Son los que tienen una crianza larga (más de 24 meses). Son los más complejos, intensos y elegantes, y los más adecuados para consumir entre 5 y 10 años después de su cosecha. Algunos ejemplos de vinos con gran crianza son: rioja gran reserva, ribera del duero gran reserva, champagne vintage o cabernet sauvignon gran reserva.
Beneficios del vino para la salud
El vino es una bebida que tiene numerosos beneficios para la salud, siempre que se consuma con moderación (una o dos copas al día). Entre sus beneficios, podemos destacar:
- Es rico en antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular y protegen contra enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer.
- Es fuente de resveratrol, un compuesto que mejora la circulación sanguínea, reduce el colesterol malo y previene la formación de coágulos.
- Es fuente de polifenoles, que tienen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antialérgicas.
- Es fuente de melatonina, una hormona que regula el ciclo del sueño y mejora la calidad del descanso.
- Es fuente de minerales como el potasio, el magnesio, el calcio y el hierro, que contribuyen al buen funcionamiento del organismo.
- Es fuente de vitaminas como la B1, la B2, la B6 y la C, que fortalecen el sistema inmunológico y previenen infecciones.
Conclusión
Hemos visto los diferentes tipos de vino que existen según el color, el dulzor y la crianza. También hemos visto algunos ejemplos de cada tipo y sus maridajes más recomendados. Por último, hemos visto algunos beneficios del vino para la salud.
